07 septiembre 2015

NIDOS

EL CANTO DEL WIRA PURÚ

Según la leyenda, el canto de este pájaro trae bendiciones a quien lo escucha y es tan melodioso que los otros pájaros se callan para oírlo trinar. Sin embargo, ese canto sólo se oye de 9 a 12 días por año, cuando el Cyphorinus arada construye su nido. Sólo canta du­rante 7 a 10 minutos, apaciguando a la ruidosa selva amázonica.
Según otras leyendas, un hombre es transfigurado o transformado después de su muerte en Wira-Purú, y éste entona un trino de renacimiento verdadero para dejar un silencio misterioso y de inexplicable paz en la selva.  





Tokjuaj y la lluvia: leyenda wichi

¿Cómo se crearon los truenos y los relámpagos? En esta leyenda wichí, Tokjuaj tuvo que defenderse de la lluvia. ¿Por qué habrá sido?

El increíble Tokjuaj es una figura mitológica de los wichí (así se autodenomina el pueblo mataco del oeste de la provincia de Formosa).
Tokjuaj es el desmesurado protagonista de aventuras, desventuras, triunfos, derrotas, errores, genialidades, lealtades, engaños; ya puede ser el salvador de la humanidad con una acción suya, o causar grandes desastres sólo por capricho o negligencia. Si bien es un ente antropomorfo, a menudo lo vemos relacionarse con animales e inclusive convertirse en alguno de ellos o tratar de imitarlos (no siempre con buen resultado). 

04 septiembre 2015

CUENTOS, MITOS Y LEYENDAS DE YACANTAYA

EL MITO DE LA LLUVIA

Por: Oscar Leon Condori Apaza
En los tiempos de sequía, los nativos aimaras del valle de Jacantaya sufrieron penurias, la tierra no producía, los ríos y manantiales estaban secos, los habitantes del lugar empezaron a lotear los cerros por las raíces de algunos pastos y plantas silvestres comestibles; en las orillas del lago eran codiciados la raíz tierna de la totora, el llachu y otras plantas acuáticas. Los roedores, lagartijas, y los peces del lago constituyeron el alimento básico de sobrevivencia.

Los mallcus (autoridades) y los yatiris (sabios) se juntaron para hacer el pago a la tierra, invocaron a la tierra, al cielo y a los dioses para que cese el castigo, mientras que los niños y las mujeres subieron a los cerros que rodean a Jacantaya; especialmente a Tanpuchaca, Queñalati, Paruparu, Chunchupajta, y a los cerros de Lequesani, Talajira y Pojena, para llorar gritando ¡hay vakaaale! (estoy llorando),  que mal te hemos hecho, perdónanos y haz caer agua del cielo.

Lloraron con desesperación y mucha fe, hasta que los cielos se abrieron y aparecieron las nubes y las primeras gotas de lluvia, Los niños seguían llorando y la lluvia seguía aumentando más y más. Llovió intensamente por varias semanas, se formaron los ríos y los barrancos de llachisa, cairani, patapata, jalsu cuyo y las cochas de Huayrapampa y Jihuañcucho.

Desde entonces se recomienda no hacer llorar a los niños huérfanos y menesterosos por temor a la lluvia y los castigos con inundaciones y huaycos. A las madres jóvenes se les recuerda no hacer llorar a sus bebés en las pampas, en las punas y lugares elevados al pastorear o labrar la tierra, porque existe la creencia de que el llanto de los niños atrae la lluvia.

LEYENDA YAQUI: EL ORIGEN DE LA LLUVIA

Leyenda Yaqui, el origen de la lluvia.


El origen de la lluvia

 http://diahispanidad2010.blogspot.com.ar/2010/11/leyenda-yaqui-el-origen-de-la-lluvia.html


CÓMO HACER UN QUITAPENAS

Cuenta una leyenda de Guatemala que los niños de una tribu 
antes de irse a dormir le contaban a sus muñecos 
las preocupaciones que les quitaban el sueño: 
cada día tomaban  un muñequito 
y le contaban un problema que les rondaba por la cabeza; 
colocaban el muñequito debajo de la almohada y se iban a dormir. 
Al día siguiente se despertaban cargados de energías 
y a lo largo del día encontraban la solución a ese problema; 
era como si esos muñecos hubiesen resuelto el problema mientras dormían.



De este folklore guatemalteco surgieron los “quitapesares” o "quitapenas" que son muñecas y muñecos diminutos hechos de pequeños trozos de madera, retazos de tela e hilo.

Muchos de ellos vienen con instrucciones de uso:

* Si es regalado mejor.
* Concentrarse en la preocupación o pena al momento de acostarse.
* Contarle al muñeco lo que queremos que se lleve.
* Colocar el quitapenas debajo de la almohada.
* Unas caricias en la pancita del muñeco para que no le duelan a él tus penas y por la mañana, habrán desaparecido...!!!


Esta tradición se ha extendido a todo el mundo, sobre todo a Centro y Sudamérica.


Actualmente se suelen conseguir en las ferias, los venden  en unidades y también en pequeñas bolsitas o cajitas  que contienen entre 6 a 7 muñequitos (Aunque se supone que deben ser 6, uno para cada día de la semana y al séptimo se descansa) .
FUENTE: Blog Mi sala amarilla: un espacio dedicado a la educación infantil

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